My post about healthy food and cooks
Si miramos hacia atrás, sabremos que hablar de alimentación saludable no es algo nuevo ni
propio de este siglo, ni siquiera del siglo pasado. Hipócrates dentro de su teoría de los humores, cinco siglos antes de Cristo, ya sugería hacer cambios en la alimentación según las estaciones del año; en la era que denominan como el Renacimiento, hace 500 años, Leonardo Da Vinci ya hablaba sobre el metabolismo y de cómo el cuerpo necesitaba de ciertas sustancias como “combustible” para poder funcionar; y de ahí en adelante se amplía más la lista de estudiosos de la alimentación y la salud. Hoy se ha consolidado la Nutrición y Dietética o Nutriología como la ciencia encargada de estudiar los alimentos, sus efectos en el cuerpo y su relación con la salud. Por lo que sabemos que son ellos, los nutricionistas/nutriólogos, los expertos en este tema. Hasta ahí vamos bien. Pero observando lo que sucede en la vida cotidiana, se pueden obtener conclusiones adicionales.
Pensemos en una encuesta ficticia aplicada a personas de diferentes partes del mundo, en la que se solicite asociar los alimentos con un profesión u oficio. Pensando en los supuestos resultados me atrevería a decir que la mayoría de las personas de la muestra asociaría los alimentos con un cocinero y no directamente con un nutricionista. Acá entonces es don estoy convencido que como cocineros tenemos una responsabilidad absolutamente gigante dentro del campo de la salud y de la salud pública.
El esfuerzo de nutricionistas y médicos por procurar el bienestar y la salud ha sido inmenso y ha dado resultados, pero estoy seguro que si los cocineros nos unimos a esta labor los resultados podrían ser mayores de más alto impacto.
Insisto, cuando de alimentos, recetas e ideas se trata, la gente nos busca. Busca nuestros restaurantes, nuestros blogs, nuestros canales en Youtube, nuestras recomendaciones, y en muchos casos nuestros platos y recetas están lejos de lo que la nutrición con su esfuerzo se ha encargado de descubrir y construir durante años. Construcciones que a veces miramos de lejos cuando aún no nos ha afectado, pues varios colegas cocineros finalmente han terminado visitando a un médico y por consecuencia a un nutricionista para luego comprender que, en muchos casos, la salud puede recuperarse simplemente cambiando sus hábitos alimentarios.
Con esta opinión, no estoy proponiendo que nos dediquemos todos a cocinar con un manual de nutrición en mano, ni que hagamos a un lado los tesoros gastronómicos de nuestros ancestros, pues no soy mucho de ideas totalitarias y fundamentalistas. Solo quiero poner en la mesa este tema de la alimentación saludable, que también nos compete y que es una plaza de mercado y de innovación en la que también somos bienvenidos, en la que en conjunto con nutricionistas podemos explotar nuestra creatividad.
Sigamos conservando nuestras cocinas tradicionales, sigamos entreteniendo con nuestras experiencias culinarias, pero también otros cocineros podemos explorar el mundo la culinaria saludable: allí, estoy seguro, también hay retos por asumir y mucho por aprender. Cocineros y nutricionistas es una alianza que el mundo necesita."
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